Elemento vivo:
Tierra y tiempo

María José de Prado Freyre (México) y Mark Schneider (EEUU) son Tierra y Tiempo. Empezaron en 2011 con un estudio de cerámica en Austin, Texas, donde se conocieron, para trasladarse al barrio de las Salesas de Madrid hace un año.

Desde allí, y con energía 100% renovable, modelan y pintan a mano sus piezas, que definen como “únicas, prácticas (se pueden usar en el horno, en el microondas y el lavavajillas), atemporales, resistentes y multifuncionales. Nos gusta pensar que nuestra cerámica acompaña en los rituales cotidianos”, aseguran. Generalmente utilizan las técnicas de placas, espirales o pellizco y les inspiran las semillas, las flores silvestres, las montañas o las formas simples como los cilindros. “Nuestra eterna maestra es la arcilla. Aunque aparentemente es materia inerte, está viva y en ocasiones tiene voluntad propia. Parecería que nuestras creaciones son una colaboración entre nosotros y el barro. Creemos que al hacer, se experimenta una relación cercana con el objeto creado; que la mano que dio forma al vaso, se encuentra con la mano que lo sostiene ahora”, prosiguen con poesía.


Para Isita han creado en exclusiva una colección de platos, vasos, bandejas, fuentes, jarras y fruteros en negro, beige y azul, y con acabados tanto glossy como mate. En este trabajo han usado tierra y tiempo: un gres porcelánico con chamota procedente de Alemania, mucha paciencia y esmaltes propios formulados en su taller utilizando óxidos, pigmentos y minerales como cobalto, cobre y óxido de hierro. Ambas marcas comparten el valor de la producción artesanal, la dedicación y el mismo espíritu de diseño lento.